jueves, 9 de septiembre de 2010

No dices nada...

Hemos pasado la tarde en juntos, en mi casa. Aún está tu marca en el sofá. La mantita aún está enredada sobre el sofá, no quiero recogerla.

Me mandas un mensajito una hora después de irte. Mucho texto, poco qué decir.

Es la historia de todos los días. Hoy mensajito y, quizás, llamada más tarde. O no. Ayer nada. Hoy simplemente te has presentado aquí con el pretexto de querer besarme, que echabas de menos mis besos. Llevaba cinco días sin saber nada de ti.

No sé nada de mañana. ¿Me llamarás? Yo no lo haré, sé que no tendré respuesta.

No hay comentarios: