Era nuestra primera cita... a ciegas, bueno, habíamos hablado, eso sí, que si mesenger por un lado, que si mensajitos de móvil por otro. Era un viaje de 6 horas, algo largo, la verdad, pero tenía muchas ganas de conocerte, y creo que tu a mí.Estuve todo el viaje leyendo y escuchando música, aunque me enteraba de poco, estaba mas nerviosa pensando que a las 7 me bajaría del autobús y te vería... que nervios!!
Una hora antes, ya empezaba a desquiciarme, pasaba las paginas de libro y casi ni me enteraba... yo creo que las pasaba de dos en dos. Me quedaba una hora. A las seis y media me llegó un sms tuyo, diciendome que ya estabas allí, esperándome. Cerré el libro, ya no acertaba ni a pasar las paginas.
El autobús entró en su andén, no sabía si mirar por los cristales para verte, quise esperar, aunque sabía que estabas abajo. Estaba muy nerviosa. Levanté un poco la cabeza entre los asientos y te vi, tu a mí no, estabas mirando para la puerta, con las llaves del coche en una mano, moviéndolas sin parar. Ya casi me tocaba bajar, y me viste, sonreí con la cara un poco cansada, tu no sonreíste, solo me seguiste con los ojos como bajaba la escalera.
Bajé y me planté delante tuya, no pude ni darte dos besos, giré en busca de mi mochila, cuando la tenía en la mano, me la cogiste para llevarla tu. Te dije "gracias" y me sonreíste.
Empezaste a preguntarme por el viaje mientras nos dirigíamos a tu coche, yo no podía dejar de mirarte, no te imaginaba así, la verdad.
Te paraste. Estabas cogiendo mejor mi mochila, me paré también y miré cómo lo hacías. Entones, levantaste la cabeza y sin mediar palabra, me besaste.
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