Nunca me ha gustado esta fecha, nunca lo he celebrado... bueno, creo recordar alguna rosa en mi adolescencia... Desde entonces, lo único que me gusta de San Valentín son las tartas que preparan las confiterías. Esas pequeñitas con forma de corazón. Mi madre la compraba para celebrarlo con mi padre, pero la que mejor lo celebraba era yo.
Este año lo iba a celebrar, pero, por incompatibilidad de fechas y algunas cosas con las que no contaba, se me ha ido todo al garete. Lo celebraré otro día, y sino hay tarta, la hago yo.
Mis amigas me piden un regalo por San Valentín, ellas por pedir... He preparado algunos corazones de fieltro con mucho cariño, y ya que estaba liada, he preparado el que me pediste. Aquí lo tengo, no se me ha quedado tan mal como esperaba. Esta chulo. Ya sé que no tenía que haberlo hecho, que ahora me lo voy a quedar yo. Pero me gusta terminar las cosas y no quiero dejar nada a medias tintas.
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