Ayer me diste tranquilidad, paz... me transmitiste la calma que recorrió todo mi cuerpo.
Te miraba y sólo veía armonía... de esa que a veces nos sobra, y a veces nos falta.
Me sentaba frente a ti, y te miraba, te sentía. Me acostaba frente a ti.
Cerraba los ojos... y seguías estando ahí.
Matas mi mente, me la paralizaste. Quiero volverme azul, como tú ayer.
Quiero ser como tú. Ser capaz de hacer a la gente pensar y, a la vez, de olvidar.
Me apetecerá volver a verte y cuando pueda haré un hueco y te lo dedicaré a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario