He soñado contigo esta noche, ha sido muy extraño...
Ibas vestido de negro, yo también. Me decías todas y cada una de nuestras frases. En todas las frases salíamos tu y yo, recordándome buenos y malos momentos...
Cada vez que pronunciabas una con cariño, yo daba un paso hacia delante, y tu hacia atrás. Cada vez que pronunciabas una frase que viniera de alguna bronca, tu dabas el paso hacia delante, y yo hacia atrás...
Hasta que se acabaron las frases con maldad. Sólo quedaban las frases de cuando me decías "te quiero", o cuando querías proponerme algo en tu futuro.
Tu cada vez te alejabas más, y yo me acercaba. Te quedaste parado, mirándome, desafiándome. Y como la única lucha que se pierde es la que se abandona... Eché a correr hacia ti.
Tu seguías allí parado, viéndome como me moría por ir a tus brazos.
De repente, me dí cuenta de que yo corría y corría, pero no me movía del sitio.
Hasta que ya no podía correr más, estaba muy cansada.
Seguías parado. Me miraste, me sonreíste y desapareciste.
Como la última vez que te vi...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
A muchos les pasa eso mismo .... la seguridad de tener a alguien, de saber que correremos hacia ellos, parece que toman el derecho a atentar contra tu dignidad .... menos mal que luego está el tiempo que todo lo pone en su lugar!!!! y aquellos que desaparecieron quieren hoy volver a lo que rechazaron y humillaron. Espero que eso no te pase a tí ....
Ya me humilló bastante... más... ni de coña!!
Publicar un comentario