Has venido esta noche, yo estaba muy cansada. Tenía muchas ganas de dormir, por fin, tranquila. Has estado un rato por aquí dando vueltas y te has ido. Realmente, no sé quien te ha invitado.
Llevas viniendo toda la semana, quizás la primera vez, fuera culpa mía. Pero, ahora que me doy cuenta, ¿quien te ha invitado? Yo no.
Sal de mi cabeza.
Prefiero que me dejes sola, como siempre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario