Me animé, no tenía plan y acepté. Además, me encanta la playa por la noche.
-¿Me recoges tu?... Vale, estoy lista en 20 minutos. Me puse el biquini negro, minifalda, y a coger la toalla, esterilla...
Mmmmmm... qué bien huele hoy... y encima me pone Sabina...
Llegamos a la playa... un par de chiringuitos abiertos... poca luz... un mar bastante tranquilo y la luz de la luna marcándonos el camino...
Empiezas a contarme tu día... Salen mil temas de conversación... En todos, estamos tu y yo, acostados sobre las toallas mirándonos a los ojos...
No me bajes la mirada, me gusta mirarte a los ojos y que me mires...
Te levantas y te quitas la camiseta, me coges de las manos, me levantas y empiezas a quitarme la ropa... Sí, vamos a bañarnos...
Me coges de una mano llevándome por la estela que la luna deja sobre el agua... Nuestros pies tocan el agua... y me paro un poco. Te das la vuelta para ver que me pasa. Te ríes, me miras, me coges la barbilla y me das un beso...
Baja la cabeza, ¿qué le pasa? Espero que solo sea timidez...
Ha sido un beso muy corto, pero yo quiero más...
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