Por el mar. Por la ventana. Por los tonos azulados. Por el pelo despeinado. Por la cortina enganchada a la ventana. Por el camisón. Por la relajación.
Por todo eso he elegido este cuadro para esperarte.
Porque no podemos dejar de pensar ni un solo momento...
1 comentario:
Tienes razón en lo que escribiste en mi blog. Hay muchos fantasmas que vuelven cuando uno menos quiere.
Saludos.
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