Y él dejó de quererla...
Noches enteras había estado dandole vueltas a la cabeza para ver que hacía... la quería mucho, pero no podía seguir así.
Cuando estaba con ella era como si las luces se apagaran y se volviera de noche constantemente. Pero él sabía que habían días con luz y con muchos colores. Estaba cansado de los tonos grises y negros.
Las lágrimas de ella rozaban la cara de él, mientras le sollozaba: 'No te vayas'.
Pero tomó la decisión y él empezó a analizar la situación.
Las cosas se habían puesto feas y asquerosamente rutinarias. Era el momento de cargar las pilas una vez más y volver a vivir, aunque fuera sin ella.
Una discusión más...
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